Dándole vueltas a todo y a nada

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De un tiempo a esta parte vengo observando un discurso belicoso de todos esos que se hacen llamar políticos, y que día a día nos van dando las señales inequívocas de hacía dónde nos quieren llevar. Y hacía dónde nos quieren llevar…, dá pánico. La ignorancia supina de la que hacen gala, es deleznable. Su falta de conocimientos de historia es supina, y ya se debería saber que todos aquellos que obvian la historia, o no la saben, o la desconocen, están abocados a cometer los mismos errores una y otra vez…, y todas las veces que hagan falta. Y como que no hay nada mejor que explicar las cosas como si se las tuvieras que explicar a tus abuelos, hablemos de los principales actores de todo lo que está aconteciendo, que no son otros que los EE.UU., Rusia y China. Si repasamos un poco en la historia de los EE.UU., podemos ver que hay una especie de guion, de ciclo, de pauta, que se suele dar cada más o menos 80 años. Estando en los años 20 del siglo XXI, y retrocedemos 80 años atrás, llegaríamos a los años 40 del siglo pasado en los cuales nos encontraríamos con la II Guerra Mundial. Si restamos 80 años a los años 40 del siglo XX, nos remontaríamos a los años 60 del siglo XIX, en los que nos daríamos de bruces con la Guerra de Secesión entre 1861 y 1865. Si volvemos a realizar la misma operación desembocaríamos, más o menos, en 1776 año en el que el 4 de julio se declara la Independencia como nación. La pauta, el ciclo, el guion nos indica que a estos cada 80 años les suele dar por liarla parda. (Con ello no me estoy refiriendo a que la vayan a liar parda, sino simplemente a lo que dice ese patrón que bien podría definirse como cuasi-matemático). Los EE.UU. han dejado de ser en los últimos años la primera potencia del mundo, y me refiero a la industrial, tecnológica, y puede que, hasta militar, para convertirse en un país de consumo. (Puede que en ello tenga que ver aquello que en su día nos vendieron como la “globalización”, y que con el paso de los años se ha visto y comprobado que fue otra de las inmensas equivocaciones que cometen todos estos que se hacen llamar políticos). Que ha hecho China mientras tanto; salir de la época agrícola, para convertirse en muy pocos años en la fábrica del mundo, invirtiendo en industria, en tecnología, en su aparato militar, y creando una clase media que a estas alturas de siglo puede estar en unos ¡¡700 millones de personas!! (Desde niño siempre he escuchado aquello del “¡ay! del día que despierte China”, y parece que ahora se dan cuenta que hace años que ha despertado). Rusia, por su parte, perdió el norte en aquella época de “corrupción total” que fue el paso del comunismo al capitalismo. Que en la extinta URSS había corrupción era más que sabido, pero lo de aquellos años fue el “culmen de la corrupción”. (Todo el mundo habla de los tres poderes, el ejecutivo, el legislativo y el judicial, pero nadie habla del poder ideológico y del conceptual. Si ustedes se fijan en las grandes estatuas de los líderes de la URSS y de sus países satélites, observarán que en muchas ocasiones suelen estar señalando la dirección ya sea con el dedo índice o con la mano, y eso es ese poder ideológico al que me refiero. Hoy en día en Rusia no hay ideología ninguna. El poder conceptual es el que tienen las “élites” y que se asemeja mucho al que durante demasiado tiempo tuvieron faraones, emperadores y reyes totalitarios que con solo mover sus pulgares arriba o abajo imponían su justicia. No se crean que el mundo haya cambiado tanto en todos estos siglos). Una vez expuesto lo anterior, se puede aseverar que ahora mismo hay una “guerra total económica” entre los EE.UU. y China, y con una Rusia, en la que su máximo mandatario sigue conservando la mentalidad de la sociedad agrícola, dispuesto a lo que sea con tal de no perder posicionamiento con respecto a sus rivales. Y la vieja y cansada Europa, ¿qué pinta en todo esto? Pues absolutamente nada. Y no pinta nada porque como ya he escrito en infinidad de ocasiones, tenemos una moneda en común, que no sirve para pagar el petróleo, carecemos de ejército, no queremos poner los muertos, no tenemos materias primas y no nos entendemos. Las fiscalidades son del todo diferentes, lo que lleva a serios confrontamientos entre sus miembros, por no hablar de la “corrupción” que sigue existiendo en muchos de sus países miembros, lo de España es de “juzgado de guardia”, ni hacer referencia al hartazgo que produce Bruselas, como capital política, o al de Frankfurt como capital económica. La UE es una auténtica entelequia y como se ha visto a lo largo de todos estos años, totalmente insostenible. Mientras todos estos que se hacen llamar políticos sigan creyendo que el dinero público “no es de nadie”, que hay que seguir subvencionando “el café para todos y el Lamborghini, ya puestos, también”, que pueden seguir haciendo lo que les salga de las “narices” sin que haya ninguna consecuencia, que pueden seguir emitiendo dinero hasta el infinito y más allá, que con la pobreza se acaba dando limosnas, en vez de crear puestos de trabajo dignos, que pueden jugar con la vida de las personas como si no fuesen nada, que juegan con sus pensiones, con sus viviendas, con sus sueldos, con sus esperanzas, etc …, no vamos a ningún lado. La ineficacia del sector público es de apaga y vámonos. Y no puede ser de otra manera porque en el tinglado que se han montado todos estos que se hacen llamar políticos, y que ellos definen como “democracia”, tan solo se asciende siendo un soberano “correveydile”. La democracia es otra cosa. La democracia es libertad de pensamiento. Pero de eso ya no se acuerda nadie, desde hace demasiado tiempo, porque hasta para votar hay que hacerlo según los designios de los partidos. Y como que eso es así, ¿me pueden decir para que se necesitan tantos y tantos diputados y senadores? Con que haya un 10% de ellos, sobra y basta. Total, el resto solo les sirven para votar, lo que ellos les digan, y ahora ya lo pueden hacer de manera telemática desde dónde sea… ¿Ustedes se imaginan el ahorro que supondría que en vez de 600, hubiera solo 60? Pero me parece que seguramente no habría tal ahorro porque se lo gastarían en “varios”, que para esas cosas ellos tienen doctorados. El Sistema, su Sistema, hace aguas por todas partes. Es hora, si es que aún estamos a tiempo viendo lo que pasa en el mundo, de derribarlo sin contemplaciones, y llevarse por delante a todos aquellos que no lo hayan hecho bien. Los que lo hayan hecho bien, no tienen de qué preocuparse. (¿Cuántos deben de haber de estos últimos?). La educación, formación, principios, valores, los han hecho desaparecer del mapa. Y los han hecho desaparecer del mapa porque ellos carecen de todo eso. En su mundo tan solo existe el “vellocino de oro”, y en ello es en lo que se concentran. Tanto les dá decir una cosa por la mañana, otra por la tarde, y al día siguiente todo lo contrario. Cuando acceden al poder se dan cuenta de que pueden seguir haciendo lo que les venga en gana porque mientras han subido dentro de sus partidos así lo han hecho, les ha ido muy bien. Qué más dá que no sepan hacer la “o” con un canuto? ¿A quién le importa? He tenido la oportunidad de escuchar a un empresario que tiene 360.000 trabajadores en sus empresas, igual son 8 o 9 veces todos los asalariados de la CASS, y ese hombre habló de los principios fundamentales en los que se basan todas sus empresas, y que serían de muy fácil aplicación a todas las administraciones públicas. A continuación, les dejo un resumen de lo que dijo: 01/. Estructuras simples, organizaciones con mínimos niveles jerárquicos (que no haya capitán general, teniente general, general de división, general de brigada, coronel, teniente coronel, comandante, capitán, teniente, alférez, brigada, sargento, cabo primero, cabo, soldados de primera, soldados, etc…). 02/. Desarrollo humano y formativo promovido por la misma empresa. 03/. Flexibilidad y rapidez en la toma de decisiones. 04/. Operar con las ventajas de la empresa pequeña que es lo que hace grande a las grandes empresas. 05/. Mantener la austeridad (Keynes en realidad no inventó nada porque en la Biblia ya se habla de vacas gordas y vacas flacas) en épocas de vacas gordas porque fortalece, capitaliza y acelera el desarrollo de la empresa. Así mismo evita los ajustes drásticos en épocas de crisis. 06/. Siempre activos en la modernización, calidad, crecimiento, capacitación, simplificación y mejora constante en los procesos productivos. 07/. Incrementar la productividad, la competitividad, reducir gastos y costos, guiados siempre por las más altas referencias mundiales. Hay que competir con los mejores. 08/. La empresa NUNCA debe limitarse a la medida del propietario o del administrador. 09/. No sentirnos grandes en nuestros “pequeños corralitos”. 10/. Mínima inversión en activos no productivos. 11/. No hay reto que no podamos alcanzar trabajando juntos con claridad en los objetivos y conociendo los instrumentos. 12/. El optimismo firme y paciente siempre rinde sus frutos. 13/. El dinero que sale de la empresa se evapora. 14/. La creatividad empresarial no solo es aplicable en los negocios sino también a la solución de muchos de los problemas de nuestro país. (Muchos de los problemas de nuestro país se pueden resolver con la experiencia de los empresarios que saben manejar RRHH , recursos materiales, recursos financieros, etc… 15/. Todos los tiempos son buenos para quiénes saben trabajar y tienen con qué hacerlo. 16/. Todos deberíamos tener muy claro que nos vamos sin nada. Ya ni siquiera te hacen pirámides, ni nada de esas cosas… El empresario es un creador de riqueza que la administra temporalmente, porque al final son administradores y creadores de riqueza pero la administran temporalmente porque nadie se lleva nada. 17/. Los ciclos económicos ya no existen. Existieron en la sociedad agrícola, porque en la sociedad agrícola es muy lógico que existan; llovió mucho o llovió poco. Vacas gordas o vacas flacas El ciclo económico es propio de una sociedad agrícola. Pero en una sociedad avanzada los problemas económicos son por los excesos de “descuido” en las épocas buenas, y por los excesos de “descuido” en las épocas malas. Si hubiera políticas de ahorro en el superávit, de inversión, de cuidado en la recesión, etc…, y que los gobiernos no se preocuparan tanto por su sexenio, o sus cuatro años en otros países, habría mucho más cuidado. En la sociedad agrícola claro que había ciclos económicos, pero ahora las crisis las provocan los propios países. ¿Se pueden mejorar las cosas? Por descontado que SÍ. Aplicando un poco de sentido común, hasta resultaría sencillo. El tema está en si se quiere mejorarlas o simplemente es más fácil quejarse en casa, o entre amigos y conocidos, o en el bar, o en la iglesia. Intenten ser felices, mientras se lo permitan las autoridades incompetentes.